Preparativos previos al vuelo:
Antes de hacer volar al helicóptero hay que comprobar si están bien ajustados los ajustes de centro del transmisor.
Para eso hay que ir subiendo poco a poco la velocidad del rotor hasta que esté a punto de despegar, en ese momento notas cómo el helicóptero tiende a:
- Virar a la derecha o izquierda: Regulamos el ajuste horizontal del mando izquierdo.
- Balancear a la izquierda o derecha: Regulamos el ajuste horizontal del mando derecho.
- Cabecear adelante o atrás: Regulamos el ajuste vertical del mando derecho.
En mi caso tuve que ajustar el mando horizontal derecho todo a la derecha para que al despegar no volcara a la derecha.
Primer despegue vertical:
Ilusionado con haber ajustado todo a la perfección (al menos dentro de mis escasos conocimientos :) probé a despegar un palmo o dos por encima del nivel del suelo y aterrizar...
Todo fue como la seda. También me di cuenta que cuando está el rotor principal parado y aumento la velocidad poco a poco el giroscopio daba unos cuantos tirones, pero una vez que tenía una velocidad elevada (pero aún insuficiente para despegar) el helicoptero se volvía muy estable.
Primer desplazamiento a poca altura:
Envalentonado por las primeras pruebas positivas de vuelo probé a desplazar el helicóptero un poco. Pronto averigüé que es más difícil de controlar de lo que imaginaba.
Durante los 5 minutos restantes de batería estuve haciendo pequeños despegues y aterrizajes en cuanto sentía que perdía el control del helicóptero (daba pequeños saltitos). Incluso me atreví a levantar el helicóptero casi un metro y aterrizarlo inmediatamente (con suavidad, claro).
Problemas con los que me encontré:
Al cabecear o balancear el helicóptero éste se volvía inestable y tenía que correjir inmediatamente el balanceo o cabecero para evitar que precipitara al suelo.
Por otro lado el aterrizaje es más complicado de lo que parece y como se pierda el control del helicóptero y trates de aterrizarlo inmediatamente (a baja altura) éste tiende a balancearse a derecha o izquierda y termina arañando con las hélices el suelo.
¿Qué aprendí?
A parte de que un helicóptero es mucho más difícil de volar que un planeador y aún más que un coche... hay que estar contínuamente corrigiendo el cabeceo y balanceo para que el helicóptero se desplace de manera estable.
También es mucho más difícil aterrizar un helicóptero que un avión, ya que es más sensible a movimientos laterales.
Moraleja:
¡¡Necesito un taca-taca para evitar vuelcos o aterrizajes inclinados!!
viernes, 29 de mayo de 2009
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